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Ya está aquí la astenia primaveral




Seguro que has oído hablar de ella, pero no tienes claro que es la astenia primaveral, y seguro que has tenido alguno de sus síntomas en alguna ocasión, y si los juntas todos pues eso, tienes astenia primaveral.

La definición médica de la astenia es la de un síntoma que se caracteriza por la sensación de quedarnos sin energía -cansancio y debilidad-, como si tuviéramos la batería descargada o a punto de quedarse a cero. Esto puede ocurrir con otras enfermedades, pero en el caso de la astenia primaveral son de carácter leve y duran poco tiempo, un par de semanas o menos, por lo qué si permanecen más allá de ese tiempo, habría que considerar otros orígenes.

Pero volviendo a nuestra amiga primaveral, que por cierto no se ponen de acuerdo los médicos en que exista como tal, pero podemos reconocerla por ciertos síntomas asociados normalmente y que los más comunes puede ser:

  • sensación de cansancio y falta de energía
  • dificultad para concentrarse
  • tono vital bajo
  • alteraciones del sueño
  • nerviosismo
  • irritabilidad
  • alteraciones del apetito


La astenia nos puede llegar a afectar a cualquiera, de hecho, no se trata de una enfermedad sino de una dificultad para adaptarnos al cambio de estación, por las condiciones de luz, temperatura, alergias, etc. y claro si se asocia a otras patologías puede llegar a ser importante. Como no se trata de una enfermedad como tal, tampoco es que tenga un tratamiento, al menos médico, pero si que podemos utilizar ciertos “trucos” para sobrellevarla y mejorar la situación, vamos a ver algunos.

Hay unos clásicos que nos valen para todo y que son comodines de la vida saludable, seguro que sabéis a que nos referimos: alimentación sana (pocos azúcares, sin grasas, y más verduras y pescado), ejercicio físico moderado (caminar a buen ritmo, pasear en bici…) Y es que estos dos clásicos los puede poner en práctica cualquiera y producen efectos casi inmediatos a cualquier edad. Pero hay más opciones de ayuda.

Y otro aspecto de los clásicos para nuestra salud es la hidratación, mantener una adecuada cantidad de agua en nuestras costumbres a la hora de beber (entre 1 y 2 litros al día), y hacerlo con frecuencia, facilita a nuestro organismo que no entremos en deshidratación, especialmente en las épocas de mayor temperatura, y en primavera ya empezamos a tener temperaturas más cálidas.

Dormir bien y a las mismas horas todos los días ayuda mucho al estado de ánimo en general, y especialmente para los estados de astenia, y la primaveral es una del grupo, hay que tener en cuenta que además hay que incluir otras cosas que forman parte de la higiene del sueño, y que debe incluir por ejemplo atención a la cantidad de luz y la temperatura de la habitación; evitar el consumo de bebidas excitantes o café unas horas antes de dormir. Todo ello nos facilitará el sueño y la recuperación de nuestro estado de ánimo.