TOCA VOLVER A LA RUTINA, PERO NO ES NINGÚN DRAMA
Algunos ya han terminado las vacaciones hace días, y otros se están preparando para regresar en breve. ¿Se puede hacer algo para que nos cueste menos volver a la rutina?
Puede resultar incluso penoso para algunas personas, pero las vacaciones se terminan y no es ningún drama, solo es algo que ocurre cada año cuando hay que volver al día a día, especialmente este año tan distinto y difícil en algunos casos.
Lo importante es intentar darle la mayor normalidad al asunto y dejarnos un poco de tiempo, quizás un par de días para regresar a los hábitos diarios sin brusquedad, para eso no hay que apurar hasta la última hora en el lugar de vacaciones y al día siguiente a trabajar, así es mucho más difícil y menos agradable. Sin embargo, con dos días de aclimatación las cosas son más fáciles.
Veamos unos consejos sencillos para ayudarnos a reingresar a nuestras tareas como si nada:
- Como vas a regresar con tiempo, seguro que hay cosas que hacer en casa para prepararla, es mejor organizarlas para realizarlas en familia, es una actividad común con un objetivo compartido que nos ayuda a retomar el día a día.
- Alimentarse de manera sana ayuda a recuperarnos de las vacaciones, ya que siempre se hacen excesos, y si volvemos a las comidas más saludables y menos copiosas, nos encontraremos mejor y con un poco de tiempo recuperaremos la línea perdida.
- Los horarios también cambian y hay que volver a adaptarse, recuperar las costumbres de levantarse a la hora y acostarse más pronto, hay que hacerlo escalonadamente, poco a poco, sin sobresaltos que cuesta menos.
- Seguramente en vacaciones has hecho ejercicio, pero mantener rutinas de actividad física nos ayudará al día a día en nuestra vuelta a la rutina, que también tiene aspectos positivos, y el ejercicio habitual es uno de ellos.
- Aprovecha los momentos del día que son más placenteros, como un café a media mañana, la cena con los tuyos, visitar a tus padres, etc. Es bueno disfrutar de esos momentos y sacarles el máximo partido que puedas, te lo agradecerás.
- También ayuda fijarse objetivos a medio plazo con toda la familia, por ejemplo, un fin de semana a ese pueblo que nunca termináis de ir, o realizar algún tipo de actividad común, tener la atención en objetivos placenteros ayuda mucho a conectar con la realidad y hacerla más llevadera.
- En el terreno personal es un buen momento para organizarte e iniciar alguna actividad de la que tienes muchas ganas y que nunca terminas de decidirte, por ejemplo, iniciar un curso, o empezar a practicar un deporte, todos tenemos un deseo de ese tipo y ponerlo en nuestra lista de objetivos con fecha concreta es muy gratificante.
- Por último, aprovecharnos de que aún tenemos las tardes libres para apurar el buen tiempo y darnos el placer de pasear, sentarnos en una terraza, quedar con amigos, etc. Nuestro tiempo para disfrutarlo y ayuda a eliminar los niveles de ansiedad.