Desde hace unas cuantas semanas, pasamos más horas de las habituales frente del ordenador teletrabajando, a lo que hay que añadir una importante cantidad de tiempo delante de pantallas de dispositivos como los teléfonos móviles, las tabletas y cómo no, la tele, y en la mayoría de las ocasiones no nos damos cuenta de las consecuencias de fijar la mirada en exceso.

En circunstancias normales, cuando nuestro ojo está en reposo, mantiene su adaptación a ver de lejos o a una distancia media. Por algo nuestra especie, en sus orígenes, pasaba gran cantidad de tiempo en zonas abiertas y pendiente de piezas que cazar y depredadores a los que evitar, pero nuestro actual estilo de vida ha conseguido que perdamos visión como consecuencia de una vida muy distinta, y estos aspectos la empeoran.

Cuando mantenemos el enfoque en objetos que se encuentran a una distancia corta obligamos a los ojos a un esfuerzo adicional, con las consiguientes consecuencias negativas.
Y ¿Cuáles son los síntomas de realizar esfuerzos con nuestra vista?

Como indica la SEO (Sociedad Española de Oftalmología): los síntomas derivados de mantener fija la vista son, en la mayoría de las ocasiones, consecuencia de una falta de parpadeo. La naturaleza de trabajar frente a pantallas requiere una concentración y atención especiales, por lo que, inconscientemente, la media de parpadeos por minuto baja considerablemente si lo comparamos con la media tomada en otras actividades que no requieren fijación visual. Esta disminución de la frecuencia del parpadeo se traduce en sequedad de ojos, irritación, ocular y fatiga visual. Esta patología es conocida como Enfermedad de Ojo Seco.

Y entonces ¿Qué podemos hacer para mejorar estos síntomas y evitar producir daños irreversibles a nuestros ojos?

Aquí van unos consejos:

• No tengas el ordenador demasiado cerca para que tu vista no tenga que realizar un esfuerzo extra.
  
  
• Cada cierto tiempo retira a vista de lo que estás haciendo y relaja los ojos, digamos un minuto cada media hora, por ejemplo.
  
  
• Procura mantener la graduación adecuada a la distancia a la que trabajas o miras las pantallas de los dispositivos, e incluso la tele.
  
  
• Parpadea a propósito más a menudo, y aplica compresas calientes que ayudan bastante.
  
  
• Mantén el ambiente no excesivamente seco, que también ayuda en estos casos, especialmente en invierno.
  
  
• Si tienes escozor, sensación de arenilla, etc. no significa que padezcas de ojo seco, pero tus ojos te están avisando de que necesitas prestarles atención y no obligarlos en exceso.
  
  
• Y, por último, si persisten los síntomas, consulta con el oftalmólogo.